Mayor salario base o bonificaciones: ¿Cuál es mejor y por qué?

By Biron Clark

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Salario y ofertas de empleo

Biron Clark

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Writer & Career Coach

Salario base o bonificaciones, ¿qué es mejor?

Hay muchas posibilidades de negociar una nueva estructura salarial. Tienes la oportunidad de hacerlo  cada vez que cambias de empresa,  también cuando cambias de puesto dentro de la misma, o decides pedir un ascenso o un aumento de sueldo en el trabajo.

Entonces, ¿En qué debes centrarte? ¿En aumentar el salario base o las bonificaciones? Voy a explicarte el debate del salario base vs. bonificaciones para que sepas a qué atenerte la próxima vez que negocies. También responderemos a la pregunta “¿Cuál es un buen porcentaje de bonificación?” para que puedas asegurarte de que estás recibiendo una gran bonificación si es el caso. 

Mayor salario base o bonificaciones: ¿Qué es mejor?

En casi todos los casos, es más importante negociar el salario base que otros tipos de retribución en términos de importancia y valor a largo plazo. En caso de duda, negocia siempre un aumento del salario base por encima de todo.

Aquí te indico por qué…

1. Las bonificaciones suelen calcularse como un porcentaje del salario base

Esto significa que tener un salario base más alto, también mejorará tus bonificaciones en la mayoría de las empresas. Sin embargo, esto no funciona a la inversa: negociar una bonificación más alta, no repercute en tu salario base ni ahora ni en el futuro. Pronto hablaremos más sobre el futuro… porque cuando analicemos tu potencial de ganancias futuras, vamos a descubrir un par de razones aún más convincentes para ir primero por el salario base, en vez de las bonificaciones.

2. El salario base implica antigüedad y mayor valor para futuros empleadores

Las cargos o puestos varían de una empresa a otra. Como reclutador, he visto a personas ganar 160.000 dólares al año con el cargo de Director de Proyecto, y he visto a otras ganar 120.000 dólares como Director Senior . Depende del tamaño de la empresa, del sector y de otros factores. Debido a lo mucho que los cargos varían, los responsables de selección y contratación suelen utilizar el salario base para determinar tu verdadero nivel o antigüedad.

Como reclutador, he visto a solicitantes de empleo perder una entrevista porque se les consideraba demasiado jóvenes para un puesto, debido a su salario base actual. (Preguntamos por su remuneración actual en la llamada telefónica inicial y pasamos la información al responsable de contratación). Es una pena que se juzgue a gente buena y con talento basándose en esto, pero ocurrió… Su currículum estaba bien. Su grado de experiencia estaba bien. Pero el equipo de contratación seguía pensando que al candidato le faltaba algo si sólo ganaba XX.XXX dólares en la compañía para la cual trabaja.

Ahora bien, en algunas regiones de Estados Unidos, reciéntemente se ha hecho ilegal solicitar tu historial salarial, pero en otros lo siguen haciendo.

Y aquí hay algo importante a tener en cuenta: Si has negociado salarios base elevados a lo largo de tu carrera, te conviene mencionarlo. Se convierte en una herramienta de negociación o una estrategia a la hora de pedir un sueldo más alto a tu próximo empleador… en lugar de ser algo que te preocupe ocultar.  Puedes utilizarlo para conseguir un salario más alto en tus futuras funciones.

En resumen Cuando hables con una nueva empresa, en lugar de que el responsable de contratación pase horas intentando averiguar los intrincados detalles y las diferencias entre tu paquete retributivo actual y el de su empresa, se limitará a consultar A) tu salario base, si pueden, y B) tu remuneración total. Por lo tanto, la forma más rápida de dar a entender un alto valor a futuros empleadores, es contar con un elevado salario base en tus funciones recientes. 

3. Es menos probable que las bonificaciones se transfieran a futuras ofertas de empleo

Aunque las empresas tienen una rango salarial general que ya han presupuestado para un determinado puesto, suele haber cierta flexibilidad. Pueden flexibilizar un poco las normas o aumentar el salario base para dar cabida a un candidato excelente. Sin embargo, como reclutador, he visto que muchas empresas son mucho más estrictas con las bonificaciones en efectivo. No es raro que una empresa le diga a un candidato: “Lo sentimos, todos los empleados de este grupo reciben una bonificación en efectivo del 10% una vez al año. No podemos cambiar eso para ti.” Así que si negociaste una bonificación en efectivo del 20% o el 30% en tu último puesto, ¡No estás de suerte! Vas a bajar al 10% si tomas este nuevo puesto. En cambio, un salario base tiene más probabilidades de perdurar; podrás seguir construyéndolo a lo largo de tu carrera y negociar para asegurarte de que siempre estás dando un paso adelante con respecto a tu sueldo básico. Y recuerda que, como ya se ha mencionado, tu salario base SÍ influye en tu bonificación en la mayoría de las empresas. La empresa típica ofrece bonificaciones anuales en efectivo como porcentaje de tu salario base.

Imagina que tu bonificación en efectivo está fijada en el 10% y no puede modificarse. Si ganas 100.000 dólares, tu bonificación en efectivo es de 10.000. Pero, ¿Qué pasaría si negociaras el aumento de tu salario base hasta 115.000 dólares? (Mientras que no se hace nada con tu bonificación en efectivo). De repente, ese mismo 10% de bonificación son 11.500 dólares. Te metes 1.500 dólares más en el bolsillo en concepto de bonificación, a la vez que ganas ese salario base más alto. Por eso, negociar primero el salario base es beneficioso para todos y es lo que recomiendo. 

¿Cuál es un buen porcentaje de bonificación?

Un buen porcentaje de bonificación para un puesto de oficina es del 10-20% del salario base. Algunos cargos directivos y ejecutivos pueden ofrecer una bonificación en efectivo mayor, aunque esto es menos frecuente. Algunos empleadores no ofrecerán bonificaciones en efectivo, sino un salario más alto u otro tipo de compensación, como opciones sobre acciones.

Las empresas suelen ser algo estrictas y poco flexibles con estas bonificaciones (no es raro ver a todo un grupo recibiendo el mismo porcentaje de bonificación, por ejemplo, según la política de la empresa). Así que no te desanimes si el empleador no cede o no te permite negociar el porcentaje de tu bonificación; enfócate en tu salario base, como se ha mencionado anteriormente en el artículo. Además, en algunos casos, los empleadores ofrecen otras bonificaciones que no están relacionadas con el salario base; por ejemplo, pueden compartir contigo ciertos beneficios, en los que recibes un porcentaje muy pequeño de las ganancias de la empresa (lo que puede llegar a ser bastante dinero).

Conclusión sobre el salario base vs. las bonificaciones:

Si negocias el salario base, puedes seguir basándote en él en cada nueva oferta de trabajo… y seguir subiendo. Y como se ha mencionado anteriormente, esto también aumentará tu bonificación indirectamente, siempre que esta sea un porcentaje del salario base.  Sin embargo, si te centras en negociar bonificaciones, corres el riesgo de que todo el trabajo duro durante esa negociación en tu empresa actual, no se transfiera a futuros empleos. Suelen tener una bonificación estándar, y eso es lo que obtienes. A lo largo de tu carrera profesional, en cada cambio de trabajo, puedes encontrar incrementos de tu salario base.

¡Eso es lo que hay que construir!

No podrás hacerlo con una bonificación en efectivo. Normalmente no puedes ir a una empresa y decir: “bueno, ahora mismo mi bonificación es del 20%, así que esperaba llegar al menos al 27% al cambiar a este empleo”. Así no es como funciona, pronto tendrás una absurda cantidad en bonificaciones en efectivo que ninguna empresa igualará. Por eso recomiendo negociar primero el salario base y utilizar las bonificaciones y otros beneficios como un elemento secundario al que recurrir una vez que estés satisfecho con tu sueldo, o cuando ya se haya llegado a un punto definitivo  en la discusión sobre el salario base.

Consigue todo lo que puedas en salario base, y luego negocia otros beneficios laborales, como opciones sobre acciones, bonificaciones en efectivo, tiempo de vacaciones, etc. Piensa en las bonificaciones como un objetivo secundario, pero nunca renuncies al salario base si puedes evitarlo.

 


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